Este trabajo va de nuestras raíces, de nuestra manera de vivir y entender la vida. Quiero mostrar ese carácter que nos guste o no, nos hace ser lo que somos como individuos y como nación, y gracias a él somos capaces de navegar de una situación a otra sin ningún complejo.

Me adentro en pequeños pueblos, barrios, me mezclo con su gente, que a pesar de sus frustraciones, pretenden hacer una vida normal. Gente llana sin complejos, que viven la vida que les ha tocado vivir.

Realidades olvidadas.

¿Cómo son los españoles, como vivimos, que opinamos de nosotros mismos, y cómo nos ven? Estas son las preguntas claves, que pretendo contestar con esta serie.

Nosotros somos expresivos, con sentido del humor, entusiastas, vitalistas, temperamentales, apasionados, ruidosos, colorido, tradicionalistas, sociables…

Opinamos de todo, sin saber de nada, Nos gusta la fiesta, la cultura del bar, votar al equipo equivocado y criticar al ganador, arreglar el mundo, reírnos de nuestras flaquezas, tenemos una gran capacidad de auto parodia.

El español deja sus problemas a un lado y cambiamos el chip en un segundo, sin olvidar nuestra responsabilidad. Vivimos todos los momentos plenamente. Es un método de defensa para seguir adelante.

Pero además de lo anterior, España es un país contradictorio:  la mayoría no tiene una creencia religiosa definida, pero no renuncia a su Semana Santa ni las fiestas patronales; es moderna, pero se enfunda en sus trajes regionales; es contrario al maltrato animal, pero en sus fiestas a menudo aparece…

España más que un país, es un estilo de vida.

Es pura vitalidad y pasión por la vida; y su vida nunca puede ser acusada de aburrida.

Es adictiva.